Un trabajo de CRA muestra cómo viene subiendo la faena de hembras y adelanta más bajas en el stock.
Liliana Cobelo. lcobelo@clarin.com
Sequía y política económica, un verdadero cocktail explosivo para la ganadería argentina. En esta línea, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) hizo público un documento en el que vuelve a advertir sobre la difícil situación de este sector y la drástica caída en la producción de terneros.
"La política ganadera vigente durante los dos últimos años conduce a un menor stock de animales. Este fenómeno se prueba, entre otros factores, en el incremento de la faena de hembras (terneras y vaquillonas) con posibilidades de ser futuras madres, lo que pone en peligro el proceso de reposición y el capital de la ganadería argentina", afirmó la entidad.
Ya, en un anterior informe denominado "Nos estamos comiendo el futuro", la organización había pronosticado que el stock nacional iba a tener casi un millón de hembras menos para reposición.
"Este pronóstico fue superado al disminuir el stock de madres -según datos de vacunación proporcionados por el Senasa- de 22,2 millones de madres en el 2007 a 20,8 millones en el 2008", indicó ahora la entidad.
Según CRA, esta tendencia a la baja en el stock se sigue acentuando, ya que en el 2007 la faena de vaquillonas fue superior a la del año anterior, lo que imposibilitó para el 2009 -24 meses para el entore- la reposición de 2 millones de madres (Ver gráfico).
"Esta merma en la reposición para el 2009, a la que se le suma una baja en la preñez, que -según datos de entidades técnicas- es del 8%, producirá una importante caída en la producción de terneros para el corriente año", manifestó CRA.
Claro que la sequía, que pegó duro en el campo argentino y fue la peor de los últimos 50 años, mucho tiene que ver con esta negra realidad del rodeo vacuno a nivel nacional. Aunque, para CRA, la situación está generada por "la política económica vigente orientada a la ganadería, basada en restricciones a las exportaciones mediante licencias de exportación como son los ROE, lo que produce un desaliento en la producción de terneros: en el 2008 se produjo 1 millón de terneros menos y en el 2009 se producirán 2,7 millones de terneros menos", según el último comunicado.
Al mismo tiempo, CRA consideró que "los resultados de faena y reposición (Ver gráfico) indican que para el 2010 faltarán otros 2 millones de hembras para la reposición de madres, lo que acentuará aun más la caída de producción de terneros. De prolongarse la vigencia de esta política, provocará una profundización en la caída del stock ganadero, ya que se deberá incentivar el mecanismo de aumento de la faena de animales -sobre todo hembras- para mantener la misma producción de carnes".
Sin lugar a dudas, un tema que no debe quedar fuera en el análisis de esta cruda realidad es el impacto de la sequía, que afectó considerablemente a la superficie ganadera, provocó un tremendo déficit forrajero y una gran mortandad de animales.
Según indicó Fernando Canosa, coordinador de la Comisión de Ganadería del Movimiento CREA, "el problema de la sequía fue muy grave. Las cifras de la segunda vacunación del 2008 marcan una caída de alrededor del 5% en la pradera pampeana y, aunque algunas provincias del norte y la zona semiárida crecen, lo hacen a un ritmo mucho menor, de alrededor del 1,5%, lo que hace que este año haya unos 2 millones de cabezas menos que el año pasado. Además, se dice que por la sequía habrían muerto entre un millón y un millón y medio de animales".
La gran matanza de vientres es otra mancha negra en el panorama de la ganadería local, práctica que la sequía aceleró aún más. Los datos de faena indican que casi el 50% de los animales que van a frigorífico son vacas y terneras. Matando la fábrica, no hay ganadería que aguante..., por más que la política económica se de vuelta como una taba.
Sequía y política económica, un verdadero cocktail explosivo para la ganadería argentina. En esta línea, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) hizo público un documento en el que vuelve a advertir sobre la difícil situación de este sector y la drástica caída en la producción de terneros.
"La política ganadera vigente durante los dos últimos años conduce a un menor stock de animales. Este fenómeno se prueba, entre otros factores, en el incremento de la faena de hembras (terneras y vaquillonas) con posibilidades de ser futuras madres, lo que pone en peligro el proceso de reposición y el capital de la ganadería argentina", afirmó la entidad.
Ya, en un anterior informe denominado "Nos estamos comiendo el futuro", la organización había pronosticado que el stock nacional iba a tener casi un millón de hembras menos para reposición.
"Este pronóstico fue superado al disminuir el stock de madres -según datos de vacunación proporcionados por el Senasa- de 22,2 millones de madres en el 2007 a 20,8 millones en el 2008", indicó ahora la entidad.
Según CRA, esta tendencia a la baja en el stock se sigue acentuando, ya que en el 2007 la faena de vaquillonas fue superior a la del año anterior, lo que imposibilitó para el 2009 -24 meses para el entore- la reposición de 2 millones de madres (Ver gráfico).
"Esta merma en la reposición para el 2009, a la que se le suma una baja en la preñez, que -según datos de entidades técnicas- es del 8%, producirá una importante caída en la producción de terneros para el corriente año", manifestó CRA.
Claro que la sequía, que pegó duro en el campo argentino y fue la peor de los últimos 50 años, mucho tiene que ver con esta negra realidad del rodeo vacuno a nivel nacional. Aunque, para CRA, la situación está generada por "la política económica vigente orientada a la ganadería, basada en restricciones a las exportaciones mediante licencias de exportación como son los ROE, lo que produce un desaliento en la producción de terneros: en el 2008 se produjo 1 millón de terneros menos y en el 2009 se producirán 2,7 millones de terneros menos", según el último comunicado.
Al mismo tiempo, CRA consideró que "los resultados de faena y reposición (Ver gráfico) indican que para el 2010 faltarán otros 2 millones de hembras para la reposición de madres, lo que acentuará aun más la caída de producción de terneros. De prolongarse la vigencia de esta política, provocará una profundización en la caída del stock ganadero, ya que se deberá incentivar el mecanismo de aumento de la faena de animales -sobre todo hembras- para mantener la misma producción de carnes".
Sin lugar a dudas, un tema que no debe quedar fuera en el análisis de esta cruda realidad es el impacto de la sequía, que afectó considerablemente a la superficie ganadera, provocó un tremendo déficit forrajero y una gran mortandad de animales.
Según indicó Fernando Canosa, coordinador de la Comisión de Ganadería del Movimiento CREA, "el problema de la sequía fue muy grave. Las cifras de la segunda vacunación del 2008 marcan una caída de alrededor del 5% en la pradera pampeana y, aunque algunas provincias del norte y la zona semiárida crecen, lo hacen a un ritmo mucho menor, de alrededor del 1,5%, lo que hace que este año haya unos 2 millones de cabezas menos que el año pasado. Además, se dice que por la sequía habrían muerto entre un millón y un millón y medio de animales".
La gran matanza de vientres es otra mancha negra en el panorama de la ganadería local, práctica que la sequía aceleró aún más. Los datos de faena indican que casi el 50% de los animales que van a frigorífico son vacas y terneras. Matando la fábrica, no hay ganadería que aguante..., por más que la política económica se de vuelta como una taba.
Diario CLARIN, Sabado 2 de Mayo de 2009.-
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