viernes, 27 de febrero de 2009

La oposición volvió a cerrar filas detrás de los reclamos del campo

AUDIENCIA PUBLICA EN EL CONGRESO



Un clima de escepticismo sobre el resultado del diálogo recién iniciado entre el Gobierno y el campo copó ayer el enorme Salón Azul del Senado, donde los dirigentes de la Mesa de Enlace compartieron una audiencia pública con legisladores de casi toda la oposición.

"Los problemas no se resuelven si no se tocan las retenciones", dijo el jefe del bloque de diputados de la Coalición Cívica, Adrián Pérez, y cosechó la primera ovación de los 300 productores que hicieron de hinchada. A partir de allí, la baja de las retenciones a los granos, medida que el Gobierno ya calificó de innegociable, se erigió en el reclamo central de los ruralistas.

Las dudas sobre las verdaderas intenciones de la Casa Rosada rondaron los discursos de los que llevan la voz cantante en el conflicto: Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria; Hugo Biolcati, de la Sociedad Rural, y Mario Llambías, de CRA. Pero esta vez, la sorpresa la dio Carlos Garetto, el habitualmente moderado titular de Coninagro, que se robó los aplausos con un vibrante tono de barricada.

"Mirá vos, éste que parecía tan mansito", comentaba una productora santafesina alineada con los "autoconvocados". Es que Garetto lanzó el mensaje más político, al denunciar -a viva voz y con el rostro enrojecido- que "el Gobierno está destruyendo el aparato productivo del interior" y advertir que "en lugar de exportar los alimentos que el Mundo necesita, vamos a exportar hambre".

En otro tramo más reflexivo, el dirigente cooperativo cordobés sostuvo que "el nivel impositivo es tan alto que hace bajar la productividad. Si bajan las retenciones, vamos a producir más y habrá más dinero para políticas sociales".

Como maestro de ceremonias actuó el senador y jefe de la UCR, Gerardo Morales, quien de entrada diagnosticó que "la sequía y la crisis global agravaron la situación, pero los problemas centrales del campo son por causas domésticas y obedecen a la ausencia de políticas públicas".

El senador socialista Rubén Giustiniani se mostró más optimista: "Cuando se reinicien las sesiones del Congreso vamos a conseguir los votos para sacar las leyes que necesita el campo". El macrista Chistian Gribaudo, vice de la Comisión de Agricultura, estimó que "hoy somos cien" y llamó a obtener los 129 votos que se necesitan en la Cámara baja para reunir mayoría y torcerle el brazo al oficialismo.

Buzzi y Llambías anunciaron que desfilarán por el Congreso para sumar voluntades, como lo hicieron el año pasado. El mandamás de la Federación Agraria se quejó de que "los funcionarios son conciliadores adentro y cuando salen de negociar dicen todo lo contrario". Biolcati acusó al Gobierno de hacer "operaciones tramposas" por la divulgación de sus contactos reservados con el ministro Julio De Vido. "Pero estamos más unidos que nunca", remató.


Silbidos en el debut de Solá

Para Felipe Solá fue el debut junto a los bloques de la oposición. No fue bien recibido por algunos productores, que lo silbaron cuando ingresó con su flamante socio, Francisco De Narváez. Un vocero de los "autoconvocados", sin nombrarlo, le advirtió: "Espero que los que dejan el kirchnerismo no lo hagan por conveniencia".

Fuente: Diario Clarin, 23 de Febrero de 2009.-

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