sábado, 7 de febrero de 2009

Ganadería: en riesgo de extinción


Por José Crettaz
Diario LA NACION; Suplemento Campo, Sábado 7 de Febrero de 2009.


El panorama del sector es preocupante: en 2008, el stock cayó 1,3 millones de cabezas respecto del año anterior; las exportaciones se redujeron el 45% en cuatro años; aumentó la faena, pero cayó la producción de carne y se profundizó el proceso de liquidación de vientres. El abastecimiento de hacienda, en riesgo


A casi cuatro años del comienzo del control de precios y las restricciones a las exportaciones, la actividad ganadera pasa por uno de sus peores momentos. En 2008, el stock (medido por la vacunación antiaftósica) cayó 1,3 millones de cabezas respecto de 2007; las exportaciones se redujeron el 45% desde 2005 (el país pasó del tercero al séptimo lugar en el ranking de principales exportadores) y el año pasado se incumplió por primera con los envíos de la cuota Hilton; el proceso de liquidación de vientres lleva dos años ininterrumpidos; y aunque se faenan más cabezas, se produce menos carne porque el peso de los animales es menor.

El precio de la hacienda se mantiene en los mismos niveles que en 2005, pero en el mostrador el consumidor paga ahora un 60% más que en aquellos meses. Como la ecuación económica no cierra, y desesperados por la sequía, los productores aceleraron en 2008 el proceso de liquidación de vientres: en algunos meses la matanza de hembras superó el 50% de la faena. En los primeros 10 meses del año último, se faenaron 280.000 hembras más que en el mismo período de 2007.

Según un trabajo del movimiento CREA, si las variables mantienen sus tendencias actuales, para 2011 el país deberá importar carne. Para algunos analistas, la escasez empezará a notarse en marzo o abril próximos y se sentirá primero en novillos gordos. Tal vez entonces, después de cuatro años, reaccione el precio del kilo vivo, que en los últimos meses cayó el 25% y ha mantenido en los niveles de 2005, afectado por el cierre de las exportaciones. El 87% de los ganaderos maneja menos de 500 cabezas. Hoy, para comprarse un kilo de helado necesita más de 10 kilos de novillo. "Para el invernador, el costo de producir un kilo de novillo aumentó el 25% en 2008 y superó con creces el ingreso por su venta. Esto significa que la invernada o el engorde de novillos, particularmente de pesados dejó de ser rentable", dijo el vicedecano de la Facultad de Agronomía de la UBA, Juan José Grigera Naón.

Retroceso autóctono

El retroceso sufrido por la ganadería argentina es un fenómeno completamente local. En el mismo tiempo, Brasil se consolidó como principal exportador e internacionalizó sus mayores empresas frigoríficas -que tienen una posición preponderante en nuestro propio mercado-; Uruguay superó a la Argentina como exportador, y Paraguay, duplicó sus embarques en los últimos cuatro años. Es más, países sin tradición ganadera ingresaron al selecto grupo de mayores exportadores: Colombia, por ejemplo, pasó de vender en el extranjero 13.000 toneladas en 2005, a 170.000 toneladas en 2008. Y Vietnam, que hace cuatro años no exportaba un kilo, el año pasado exportó 145.000 toneladas.

En 2009 también podrían incumplirse los envíos de cuota Hilton. "Falta cubrir entre el 70% y 75% de la cuota, lo que debería enviarse en los próximos cinco meses por lo que existe el riesgo de no cumplir", opinó Grigera Naón. Los precios de la carne de calidad Hilton ayudan: tras tocar un promedio de 7000 dólares, la tonelada de carne ya vale 12.500 dólares. El efecto más inmediato de la crisis económica parece haber pasado, y hasta Rusia -el mercado más afectado y uno de los principales para la carne argentina- empieza a volver lentamente a la normalidad. En los últimos dos años, cuando se prevé que la demanda mundial crezca un 10% hasta 2015, la Argentina dejó de abastecer a 30 países.

Según el Insituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural (IEE), los costos de la ganadería sufrieron un aumento cercano al 40% en 2008, impulsado por el encarecimiento de fertilizantes, agroquímicos y sueldos, entre otros. En lo que va de este año, los incrementos rondan el 20%, con leves bajas en los precios de los insumos. La peor parte de la crisis la están llevando los criadores, que están produciendo a pérdida, dado que sus dos principales ingresos, ternero y vaca, están a precios similares que el año pasado, pero con costos crecientes.

Por la baja preñez que dejará la sequía, en la zafra de 2010 habrá un faltante significativo de terneros, por lo que habrá menos novillos. "Necesitamos 12 millones de cabezas por año y tendremos 10 millones. Como el consumo no bajó, no habrá animales para satisfacer la demanda", arriesgó Carlos Oddino, docente de la Universidad Austral. Sin embargo, en el corto plazo, las fuentes difieren sobre cómo evolucionará el abastecimiento de hacienda. Para el consultor Víctor Tonelli, "la oferta va a caer de manera inminente y con efecto de largo tiempo; estimo que caerá el equivalente a un consumo menor a los 60 kg per cápita. En cambio, para Grigera Naón, "para los próximos meses del año el abastecimiento está garantizado pero por la faena de hembras, lo que hipoteca el futuro". Para el presidente de la Cámara Argentina de Feedlots, Juan Eiras, "la oferta va seguir alta porque por la sequía se encerró mucha hacienda, lo que asegura oferta para marzo y abril".

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