por Diputada Maricel Etchecoin Moro
La situación por la que atraviesa el sector lácteo es difícil y preocupante. Desde hace tiempo que los productores lecheros vienen señalando la crisis en que se encuentra el sector, así como la falta de políticas que tengan como fin el recupero, la conservación y el desarrollo de la actividad
Según el último censo agropecuario, del año 2002, se había producido una reducción del 50% de los tambos con respecto al censo anterior. A ese marcado descenso, producto de la concentración, se sumó un contexto con precios agrícolas elevados, insumos dolarizados y en permanente suba y desplazamiento de la frontera agrícola, ocupando zonas que se dedicaban a la ganadería.
Así, mientras el país crecía a un ritmo del 8% anual, la lechería retrocedía en igual medida. Se decidió desperdiciar una oportunidad histórica para una actividad que tenía gran potencial para seguir desarrollándose, frente a una demanda mundial de leche que la capacidad de la lechería argentina podría satisfacer en gran parte.
Un precio de la leche que no resulta rentable, la demora en el pago de las compensaciones y subsidios y las restricciones a las exportaciones llevaron a una mayor caída de la producción, la pérdida de rentabilidad y cierre de más tambos (1).
El gobierno nacional, lejos de comprender esta situación, en un contexto que favorecía fuertemente a las exportaciones, decidió manejarse con restricciones a las mismas y acuerdos de precios, que en vez de realizarse en un marco de consenso y comprensión de la situación terminal por la que se encontraba la lechería, se llevaron a cabo mediante actitudes patoteriles y con acuerdos con los actores que concentran el negocio lechero.
Los “acuerdos de precios” fijados por el Secretario de Comercio, los subsidios y compensaciones que favorecieron principalmente a las grandes cadenas (2), perjudicaron sobre todo a los que menos margen de maniobra tienen, es decir a los pequeños y medianos productores lácteos.
Se puede decir que las políticas llevadas a cabo para el sector se basaron en el “Programa de estabilización de precios” que aplicaron desde 2007, con precios que para algunos productores medianos y pequeños no resultaban rentables y en otros casos los llevaban directamente a la quiebra y a la venta del stock vacuno lechero; derechos de exportación a la leche en polvo; la suspensión de exportación en algunos productos lácteos; subsidios que se destinaban principalmente a las grandes usinas y compensaciones que se retrasaban en los pagos. A menos de un mes de firmado un nuevo acuerdo sobre el precio de la leche (3), observamos que el acuerdo no se cumple. No se podía esperar otra cosa de acuerdos solo realizados para el anuncio oficial, sin considerar al sector. Ya conocemos los resultados de las aquellas decisiones fundadas en aprietes y en el desconocimiento de la actividad, de su rentabilidad y a destiempo de la época en que se toman. Como siempre, los más perjudicados son los pequeños y medianos, mientras las grandes empresas lácteas siguen siendo las beneficiarias de las compensaciones del gobierno.
Si uno puede encontrar en los errores que cometemos alguna enseñanza, es que nos permiten reconocerlos y enmendarlos para no volver a repetirlos. Este gobierno parece no aprender nunca de ellos. Todavía y después de todo lo acontecido, no ha entendido que la búsqueda de soluciones y propuestas basadas en el consenso es siempre la mejor opción. No es una buena política privilegiar la extorsión por sobre los conocimientos técnicos y la experiencia de los verdaderos actores del campo. No se gobierna desde el resentimiento. A nuestro país le costará más salir adelante si se continúa con la política de destrucción de uno de los motores de desarrollo, como es y ha sido la actividad lechera.
Notas:
(1) Las pérdidas por trabas a las exportaciones cuando la tonelada de leche en polvo cotizaba a US$ 5000, se estiman en más de US$ 125 millones. Los precios se han reducido notablemente en la actualidad, rondando los 2400 US$ por tonelada.
Fuente: La Nación, 14.10.2008
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1058933&high=leche
(2) Las últimas compensaciones del gobierno para la industria láctea fueron por 3,51 millones de pesos (M/$). Ellas se distribuyeron entre: SanCor que recibió 1,84 M/$; Verónica 1,06 M/$; Coop. Tambera Paraná $ 211.372; Lácteos Tonutti $ 181.988; Luz Azul $ 143.911; y Canut Hnos $ 62.994. Fuente: Infocampo 18.11.08 “El gobierno distribuyó compensaciones por 16,6 M/$ a molinos, feed lots y usinas”
(3) El convenio que se firmó el 20 de octubre de 2008, fija hasta fin de año un valor de un peso por litro de leche fluída y en 3116 dólares el precio de corte para la tonelada exportable de leche en polvo. Lo firmaron representantes de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, Cámara de Productores de Leche de Córdoba, Cámara Pampeana de Productores de Leche, Junta Intercooperativa de Productores de Leche, Mastellone Hermanos, Sancor, Nestlé Argentina, Lahore y Capilla del Señor. De la reunión participaron también Daniel Scioli, Sergio Uribarri, Carlos Cheppi y Oscar Parrilli.
Así, mientras el país crecía a un ritmo del 8% anual, la lechería retrocedía en igual medida. Se decidió desperdiciar una oportunidad histórica para una actividad que tenía gran potencial para seguir desarrollándose, frente a una demanda mundial de leche que la capacidad de la lechería argentina podría satisfacer en gran parte.
Un precio de la leche que no resulta rentable, la demora en el pago de las compensaciones y subsidios y las restricciones a las exportaciones llevaron a una mayor caída de la producción, la pérdida de rentabilidad y cierre de más tambos (1).
El gobierno nacional, lejos de comprender esta situación, en un contexto que favorecía fuertemente a las exportaciones, decidió manejarse con restricciones a las mismas y acuerdos de precios, que en vez de realizarse en un marco de consenso y comprensión de la situación terminal por la que se encontraba la lechería, se llevaron a cabo mediante actitudes patoteriles y con acuerdos con los actores que concentran el negocio lechero.
Los “acuerdos de precios” fijados por el Secretario de Comercio, los subsidios y compensaciones que favorecieron principalmente a las grandes cadenas (2), perjudicaron sobre todo a los que menos margen de maniobra tienen, es decir a los pequeños y medianos productores lácteos.
Se puede decir que las políticas llevadas a cabo para el sector se basaron en el “Programa de estabilización de precios” que aplicaron desde 2007, con precios que para algunos productores medianos y pequeños no resultaban rentables y en otros casos los llevaban directamente a la quiebra y a la venta del stock vacuno lechero; derechos de exportación a la leche en polvo; la suspensión de exportación en algunos productos lácteos; subsidios que se destinaban principalmente a las grandes usinas y compensaciones que se retrasaban en los pagos. A menos de un mes de firmado un nuevo acuerdo sobre el precio de la leche (3), observamos que el acuerdo no se cumple. No se podía esperar otra cosa de acuerdos solo realizados para el anuncio oficial, sin considerar al sector. Ya conocemos los resultados de las aquellas decisiones fundadas en aprietes y en el desconocimiento de la actividad, de su rentabilidad y a destiempo de la época en que se toman. Como siempre, los más perjudicados son los pequeños y medianos, mientras las grandes empresas lácteas siguen siendo las beneficiarias de las compensaciones del gobierno.
Si uno puede encontrar en los errores que cometemos alguna enseñanza, es que nos permiten reconocerlos y enmendarlos para no volver a repetirlos. Este gobierno parece no aprender nunca de ellos. Todavía y después de todo lo acontecido, no ha entendido que la búsqueda de soluciones y propuestas basadas en el consenso es siempre la mejor opción. No es una buena política privilegiar la extorsión por sobre los conocimientos técnicos y la experiencia de los verdaderos actores del campo. No se gobierna desde el resentimiento. A nuestro país le costará más salir adelante si se continúa con la política de destrucción de uno de los motores de desarrollo, como es y ha sido la actividad lechera.
Notas:
(1) Las pérdidas por trabas a las exportaciones cuando la tonelada de leche en polvo cotizaba a US$ 5000, se estiman en más de US$ 125 millones. Los precios se han reducido notablemente en la actualidad, rondando los 2400 US$ por tonelada.
Fuente: La Nación, 14.10.2008
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1058933&high=leche
(2) Las últimas compensaciones del gobierno para la industria láctea fueron por 3,51 millones de pesos (M/$). Ellas se distribuyeron entre: SanCor que recibió 1,84 M/$; Verónica 1,06 M/$; Coop. Tambera Paraná $ 211.372; Lácteos Tonutti $ 181.988; Luz Azul $ 143.911; y Canut Hnos $ 62.994. Fuente: Infocampo 18.11.08 “El gobierno distribuyó compensaciones por 16,6 M/$ a molinos, feed lots y usinas”
(3) El convenio que se firmó el 20 de octubre de 2008, fija hasta fin de año un valor de un peso por litro de leche fluída y en 3116 dólares el precio de corte para la tonelada exportable de leche en polvo. Lo firmaron representantes de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, Cámara de Productores de Leche de Córdoba, Cámara Pampeana de Productores de Leche, Junta Intercooperativa de Productores de Leche, Mastellone Hermanos, Sancor, Nestlé Argentina, Lahore y Capilla del Señor. De la reunión participaron también Daniel Scioli, Sergio Uribarri, Carlos Cheppi y Oscar Parrilli.
Fuente:http://www.casarosada.gov.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=5114
Maricel Etchecoin Moro
Diputada Provincial (Bs As)
Grupo Dejar en Paz al Campo
20 de noviembre de 2008
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