lunes, 15 de septiembre de 2008

Encrucijada de la ganadería argentina - DIARIO EL NORTE / Resistencia

De acuerdo con datos oficiales, el stock ganadero del país se ha reducido en un 5 por ciento en relación al del año pasado, con un incremento significativo en el faenamiento de hembras, con la consiguiente merma de la capacidad reproductiva futura, a la vez que crece la proporción al desplazamiento de rodeos para destinar los campos a la siembra, en particular de oleaginosos, que ofrecen una mayor rentabilidad relativa, tanto por el aumento de los precios agrícolas en el mercado mundial, como por la depresión de los precios ganaderos en el local. Es mengua es aún más grave si se vincula el número de cabezas en relación al número de habitantes o a la producción económica nacional.

El grupo Pampa Sur entre otras voces, denunció una agresiva liquidación de vientres en el ganado vacuno y recalcó que casi un 50 por ciento de las hembras es faenado, completando 16 meses consecutivos de liquidación de vientres.
Para que se tenga una magnitud, la faena de hembras en 2007 fue de 1.500.000 más que las que se corroboran en 2006, año en que ya se faenaron 1.000.000 más que en el promedio 2001-2005. El informe destacó que la mitad de las fábricas de terneros se matan por el bajo precio, la imprevisibilidad, la falta de políticas oficiales a mediano y largo plazo en relación al sector, el control de precios internos de la carne que se practica mediante la regulación de las exportaciones, y muestra la necesidad de un cambio de dirección para revertir la situación.
Para sumar las condiciones que desalientan a los productores, si bien el control de los precios internos se logró, aunque parcialmente, generó consecuencias adversas, como limitar el potencial exportador en momentos de aumento de la demanda mundial de alimentos en general. Dejamos pasar esta oportunidad, mientras otros países, como Brasil y aún Uruguay y Paraguay, las han aprovechado aumentando ponderablemente sus ventas externas.


Hay otros indicadores que muestran la crisis que vive la ganadería. La Cámara de Semilleristas de la Bolsa de Cereales expresó en estos días su preocupación por la escasez de carne, que también se manifiesta en una menor implantación de pasturas. Los semilleristas perciben que esa merma ‘estaría alcanzando a un millón de hectáreas, de las cuales el 80% corresponde a pasturas perennes y el 20% a verdeos de invierno. La disminución de forraje se traduciría en un faltante de hacienda a la salida de esa estación‘, afirmó la entidad, a la vez que recordó que el país es reconocido en el mundo por producir carne y leche sobre la base de pasto.

Esta situación, límite de por si, se ve agravada en gran parte del país por la persistente sequía, la mayor de los últimos cincuenta años, y pone en evidencia que se necesita un entendimiento adulto entre los sectores.

No puede ser que la Argentina, valorada en el mundo entero por la calidad y cantidad de sus carnes vacunas, llegue al extremo de tener que importar ese producto para el consumo, por el simple hecho de estériles enfrentamientos, herencia de una visión setentista, que debería estar superada por la mirada global del mundo tal cual es hoy, que plantea desafíos totalmente distintos y nuevos a los hay que no solamente hay que adaptarse, sino brindar las opciones que demanda.


Por el camino que se anda, la Argentina corre el peligro de dilapidar una riqueza que ha sido por años su distintivo, por lo que urge un plan ganadero que contemple los intereses comunes: consumidores de todos los niveles, productores, matarifes, carniceros, frigoríficos y la lógica aspiración del Estado de recaudar para una mejor distribución de la riqueza.

El impacto de la reducción del stock no será inmediato y todavía podría revertirse si en la segunda mitad del año se retienen vientres. Semejante contexto obliga necesariamente a exigir al gobierno la diagramación de un programa para la recuperación de la ganadería. Aunque no campea el optimismo, lejos de resignarse, entre los temas que las entidades ruralistas están negociando con la Secretaría de Agricultura, los criadores propugnan un acuerdo mínimo para superar la incertidumbre, sin desprenderse de sus vacas. Exponen la necesidad de aplicar estándares sanitarios únicos, impulsar un mercado transparente y confiable, liberar las exportaciones, alcanzar precios más razonables y equitativos para la carne roja, incentivar la inversión en la cría y otorgar estímulos a la mejora de la eficiencia y la productividad.
Los alegatos de estos días en exposiciones y tribunas del campo chaqueño volvieron a alertar sobre la gravedad de esta encrucijada ganadera.

Fuente: Editorial DIARIO EL NORTE, Resistencia, Publicado el 15 de Septiembre de 2008


1 comentario:

katza dijo...

Hola.
Por la presente les solicito no me envien mas news a mi casilla, la utiliza para trabajar y aemas no me gusta recibir nada de politica.Gracias!