Presentación de Trabajos de Investigación de la Fundación Producir Conservando
Por donde se lo mire, el mundo aumentará fuertemente la demanda de alimentos durante los próximos años. Eso sucederá gracias a que los países emergentes mejorarán sus ingresos y, por ende, presionarán sobre la oferta. Así aparecerán nuevos clientes para la Argentina, que tendrá la oportunidad de desarrollar aún más su sector agroalimentario. Esas ideas se sostienen en el trabajo "La demanda mundial de alimentos 2005-2020: una oportunidad sin precedentes para la Argentina", presentado por la Fundación Producir Conservando.
El informe, elaborado por el Dr. Juan Llach y Marcela Harriague señala que aproximadamente 4.100 millones de personas en Africa, América Latina y Asia -cerca de dos tercios de la población mundial- están aumentando rápidamente sus ingresos desde niveles muy bajos; y esto producirá consecuencias sin precedentes sobre la demanda de alimentos.
"En los últimos quince años de cada 100 dólares que aumentó el consumo de calorías en el mundo, 92,5 llegaron de los países emergentes", explicó Llach. Con esos datos "no hay duda de cuáles son los nuevos clientes de Argentina", agrega.
Hacia el 2020 los países emergentes serán responsables del aumento en el consumo del 98,3% de la carne vacuna; entre el 85,7% y 87,9% en carne de pollo; 88,5% en leche; 88,9% en trigo; 94,5% en maíz; entre el 95,3 y 97,4% en soja; 71% en girasol; 98,8% en frutas de pepita y 84,2% en frutas cítricas.
En ese boom de consumo, los grandes protagonistas son las naciones asiáticas, con China e India a la cabeza. ¿ Por qué? Llach explica que aumentarán su consumo propio. Con ello, subirá el precio de los commodities que a su vez, impulsarán a los países productores de commodities. Además hay que agregarle los límites ambientales. China e India ya tienen problemas de contaminación que impiden que aumente su estructura productiva.
En ese marco Argentina, como productor de granos, carnes y leches "se está perdiendo de exportar 10.000 millones de dólares de exportación y 16.000 de exportación por año gracias a políticas cortoplacistas", asegura Llach.
"El gran desafío que tiene la Argentina por delante es encontrar una economía política que no reprima el desarrollo de su sector más eficiente, el agroalimentario, pero dando cabida al mismo tiempo al desarrollo de la industria y de los servicios", plantea Llach.
Los cuatro pilares mundiales sobre los que se apoya la oportunidad para nuestro país son:
- La enorme disponibilidad de mano de obra en Asia.
- Los dinamismos del consumo y la nueva "sociedad de los pobres".
- El cambio tecnológico, la mejora de los términos del intercambio y la convergencia.
- La existencia de políticas económicas mucho más sensatas que en el pasado
Con todo, la Fundación Producir Conservando proyecta que para el 2020, habrá exceso de demanda en todos los bienes analizados. Así el mundo exigirá 6,8 millones de toneladas más de carne vacuna; 47, 8 más de pollo, 21,5 de leche; 38,9 de trigo, 34,5 de maíz; 236 de soja; 62,8 de frutas de pepita y 15,6 de frutas cítricas. Afuera queda el girasol, que es el único que tendrá exceso oferta porque "se lo consume en países con altos ingresos", explica Llach.
"Eso provocará más presión al aumento de precios", señala Llach. Sin embargo no hay que alarmarse por una posible inflación porque "aún falta ver cómo reaccionará la oferta que ya está empezando a responder", agrega.
Pero este proceso no será pasajero: "es bastante probable que el crecimiento de la gran mayor mayoría de los países emergentes y en desarrollo haya llegado para quedarse", señala el trabajo.
"Estamos sólo en la primera etapa de esta revolución de los alimentos de principios del siglo XXI", agrega el informe.
En un marco de demanda generalizada de alimentos, la mayor presión recaerá sobre la soja y el pollo.
El informe señala que la soja tiene una "alta sensibilidad al crecimiento de los países en desarrollo". Así su consumo pasará de 34 a 74 kilos por habitante en 2020.
El pollo también está en ese rubro. Los 47,8 de toneladas de exceso de demanda para el 2020 significan el doble de la producción proyectada.
Para ese año cada habitante comerá 22,2 kilos al año mientras que en 2005 fue de 10,8.
Para la Fundación Producir Conservando el consumo crece 5,31% anual mientras que la producción lo hace al 2,55% .A su vez, el aumento del consumo de pollo, impulsará la demanda de maíz que llegará a los 43, 1 millones de toneladas en el 2020.
En otros rubros también se prevee un aumento explosivo. En carne vacuna se pronostica que el crecimiento del consumo superará al de la producción. Lo mismo sucederá con el trigo y la leche.
En cuanto a las manzanas y peras se proyecta para el 2020 que la demanda represente el 64% de la producción. Aumentará el consumo por habitante: Llegará a 23,8 kilos por habitante mientras que en 2005 fue de 10,7. En tanto, el exceso de demanda en frutas cítricas será de 15,6 millones de toneladas que representarán el 17% de la producción. El consumo por habitante llegará a 15,4 kilos para el 2020.
Con todo, es muy probable que los precios altos de los alimentos se sostengan bastante tiempo.
El trabajo de la Fundación pronostica que para el período 2000-2025 el promedio de precios será mayor al período 1975-2000.Sólo es cuestión de poner manos a la obra.
http://www.producirconservando.org.ar/
Fuente: Clarin y Fundación Producir Conservando
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